EL LIBRO DE DANIEL
Un estudio de la vida de las profecías de Daniel, acompañado por el estudio de algunos pasajes paralelos en el Nuevo Testamento.
El prestente estudio de Daniel es autoría del Ministerio Emmaus
Los Jóvenes Cautivos
Daniel 1
Esta es la historia de un hombre y de su mensaje. Como siempre pensamos que el libro de Daniel es un libro profético pero debemos recordar que también contiene la biografía de un profeta. Daniel fue un hombre que supo respaldar su mensaje con su conducta. Fue un hombre de oración; un hombre que tuvo un propósito digno y noble en su vida; un hombre poderoso.
Hay un testimonio a su justicia personal en Ezequiel 14-20 donde se le enseña como uno de los ciervos más grandes de Dios. No debe maravillarnos, pues, que las profecías de un hombre así tengan aún impacto. El mensaje de Daniel es de vibrante actualidad.
El libro de Daniel contiene doce capítulos. Se divide en partes iguales. Los primeros seis capítulos son históricos mientras que los últimos seis son proféticos. El bosquejo es así.
- LA VIDA DE DANIEL Caps. 1-6
- LAS PROFECIAS DE DANIEL Caps. 7-12
La primera división empieza cuando Daniel, aún adolescente es llevado cautivo a Babilonia y termina cuando Daniel, ya anciano (tal vez de unos noventa años), se enfrenta a leones salvajes dentro de un foso. En estos seis capítulos lo vemos como de testigo de Dios ante tres dictadores: Nabucodonosor, Belsasar y Darío. Daniel interpreta sueños y visiones enviados por Dios a los dictadores pero no leemos de ninguna visión recibida directamente por él.
La segunda división consiste de cuatro grandes profecías dadas a Daniel directamente durante los reinados de Belsasar, Darío y Ciro. Cronológicamente, estas revelaciones ocurrieron dentro del periodo histórico relatado en los primeros seis capítulos. Podemos considerar, pues, que los capítulos 1-6 son un bosquejo bibliográfico de Daniel y que los capítulos 7-12 son de una colección de sus mejores sermones.
Además de este bosquejo el estudiante debe memorizar los títulos de cada capítulo. Use el cuadro que aparece en las páginas 50, 51 y grabe en su mente las figuras que acompañan a los títulos. Luego, sin el libro, trate de recorrer los doce capítulos mentalmente hasta poder recordar todos sus títulos. Anotaremos aquí los títulos que hemos sugerido para cada capítulo. Si el estudiante desea poner títulos distintos o adicionales, lo puede hacer.
PRIMERA PARTE Biográfica |
SEGUNDA PARTE Profética |
Cap. 1 – Jóvenes Cautivos Cap. 2 – Sueno de la imagen Cap. 3 – Horno de Fuego Cap. 4 – Árbol caído Cap. 5 – Escritura en la pared Cap. 6 – Foso de los leones |
Cap. 7 – Cuatro Bestias Cap. 8 – Carnero y macho cabrío Cap. 9 – Setenta sietes Cap. 10-12 – Reyes venideros |
Volvamos ahora al capítulo 1 de Daniel. Al estudiar los capítulos de la primera parte consideraremos en cada caso: (1) La historia; (2) El reto personal y (3) El significado profético.
- LA HISTORIA
El libro de Daniel empieza donde termina 2 Crónicas, con la caída de Jerusalén en manos de Nabucodonosor que iba en rápido ascenso como general conquistador hasta llegar a ser el emperador del naciente imperio Babilónico. Fue en el año 606 A.C., después del primer sitio de Jerusalén, que Daniel fue llevado cautivo a Babilonia. Jerusalén no fue destruida entonces, ni derribado el templo, sino hasta el tercer y último ataque unos 20 años después (586 A.C.).
Era costumbre de Nabucodonosor escoger a la crema y nata de la juventud de las tierras conquistadas y traerla a su capital, Babilonia, donde se instruía a estos jóvenes en lo más avanzado de la ciencia, el arte y la cultura con el fin de absorberlos, fortaleciendo así el imperio. Éstos jóvenes excepcionales comían el alimento usual de Babilonia, recibían nombres babilónicos y se procuraba, hasta donde fuera posible, hacer desaparecer su identidad nacional (1: 4, 5, 7).
Muchos jóvenes hicieron el viaje a Babilonia, pero notemos que los únicos nombres que registra la historia son los de cuatro que resistieron la influencia de los babilonios: Daniel, Ananías, Misael y Azarías (Los tres compañeros de Daniel son mejor conocidos por sus nombres babilónicos v. 7). Estos cuatro no quisieron perder su identidad hebrea, la del pueblo escogido por Dios como especial tesoro. Propusieron en su corazón "no contaminarse", especialmente por alimentos prohibidos en su religión.
Los versículos 9-20 nos relatan cómo Dios honró a estos cuatro jóvenes que se mantuvieran firmes en el propósito de no desobedecerle. La aprobación de Dios es evidente en: (1) Su aspecto físico (v. 15). (2) Su conocimiento e inteligencia (v. 17) (3) Su aprobación ante el rey (v. 19, 20).
B.EL RETO PERSONAL
Observemos cosas aplicables al cristiano de hoy:
- La presión para identificarse con el ambiente.
Notemos con cuidado que en ninguna parte del libro de Daniel se les pide a estos jóvenes que dejen su religión, pero continuamente están bajo presión a fin de uniformarse suficientemente a los babilonios para no sobresalir. El mundo de hoy nos dice "Imítanos. Ponte en onda" Pero Dios nos dice: "Mantente firme, sé diferente, sé un extranjero y peregrino en este mundo" (1 P. 2:11).
- El propósito de agradar a Dios.
Si no fuera por lo que contiene Daniel 1:8, el resto del libro no existiría. Daniel prefirió morir antes que pecar. Tuvo un propósito firme y nunca quiso ocultarlo o desviarse de él. No debe maravillarnos, pues, que Dios lo haya usado tan admirablemente.
- La perseverancia en este propósito.
Observemos con cuidado los versículos 12 y 13. Daniel no sugirió que si su rostro no mejoraba en diez días, entonces comería la carne del rey. ¡No! Estaba resuelto a no contaminarse. Si Dios no lo recompensa es diez días sufriría las consecuencias de desobedecer al rey la prisión o la muerte. Esperaría que Dios lo vindicara en el día de la resurrección.
C.EL SIGNIFICADO PROFETICO
Aunque no son directamente proféticos (con excepción del capítulo 2), los primeros seis capítulos tienen significado profético con relación a los eventos que precederán la segunda venida de Cristo. Al estudiar el libro de Daniel aprendemos mucho sobre la Gran Tribulación que habrá en la tierra (Mt. 24:21; Ap. 7:14). Se dice que será un periodo de gran sufrimiento para los judíos (Jer. 30:7; Dn. 12:1; Zac. 13:8,9) Pensemos en los judíos creyentes que vivirán en estos días terribles. La biblia se escribió tanto para ellos como para nosotros. Sin duda Daniel 1, y en especial el versículo 8, será para ellos un pasaje favorito. Muchos en aquel día harán, como Daniel, un propósito en el corazón de no contaminarse. Se mantendrán firmes aunque les cueste la vida. Veremos más de esto en el capítulo tres.
EL SUEÑO DE LA IMAGEN
Daniel 2
Las profecías del libro de Daniel muestran un desarrollo muy marcado al pasar de un capitulo al siguiente. Parece que después de cada revelación Daniel meditaba profundamente e investigaba más a fondo ciertos aspectos de lo que había aprendido. Esto traía como consecuencia nuevas revelaciones. Cada profecía construye sobre la anterior, añadiendo más detalles. Por consiguiente, la revelación del capítulo dos, aunque la más sencilla de todas, es también la base de todas las demás. Debemos dominarla si queremos entender el resto del libro. De hecho, este capítulo narra una de las profecías básicas dela Biblia. Nos da un bosquejo breve de la historia de las naciones desde el tiempo de Daniel hasta la Segunda Venida de Cristo.
- LA HISTORIA
1.El sueño desconocido (vs. 1-13)
¿Hay algo más desconcertante que soñar algo y luego no poder recordar qué es lo que soñamos? No podemos olvidar el hecho de haber soñado, pero tampoco podemos traer a la memoria el contenido del sueño. A veces pasa lo mismo con un nombre importante que se nos olvida. Con la más ligera pista o sugerencia que alguien nos diera, tal vez nos acordaríamos de él.
Así pasó con Nabucodonosor. Pero en el caso suyo no había nadie que pudiera darle un solo detalle que le ayudara a recordar el sueño. Estaba sumamente molesto porque sentía que el sueño era importante pero, por el momento, estaba irremisiblemente perdido. Quizá esto explique el hecho que haya publicado el edicto de matar a todos sus magos y astrólogos por su incapacidad de ayudarle a recordar el sueño y mucho menos interpretarlo.
- El sueño descubierto (vs. 14-30)
A Daniel y a sus tres compañeros los iban a matar junto con los demás magos, aunque no se les había consultado con respecto al sueño. Daniel le pidió al rey que le diese tiempo (v. 16) y lo primero que hicieron estos cuatro jóvenes fue celebrar una reunión de oración (vs. 17, 18). No se relata la intensidad de su súplica pero sabemos que era cuestión de vida o muerte. Su alabanza y gratitud se ven en los versículos 19-23 pues Dios contesto sus oraciones. Luego Daniel fue llevado ante la presencia del rey para revelarle el sueño.
- El sueño (vs. 31-35)
Nabucodonosor había visto en un sueño una enorme imagen o estatua, cuya cabeza era de oro fino. Los metales de las partes restantes del cuerpo iban ofreciendo en valor. El pecho y los brazos eran de plata, los muslos de bronce y sus piernas de hierro. En los pies de la imagen había un barro cocido mezclado con hierro. Luego el rey había visto que una piedra hería a la imagen en sus pies, la imagen cayó, fue desmenuzada y el viento se llevó el polvo como si fuera tamo. La piedra que destruyó a la imagen creció y se volvió un gran monte.
- La interpretación (vs. 36-45)
Nabucodonosor era la cabeza de oro. Era el rey supremo sobre el glorioso imperio babilónico. Las otras partes representaban a tres imperios que seguirían al de Babilonia. Al final, Dios destruiría este sistema de gobiernos gentiles. La piedra no cortada con manos será el instrumento de Dios y esta piedra nos habla de Jesucristo que en un día futuro tomará el lugar que le corresponde como rey sobre la tierra. El es el Rey de reyes y Señor de señores y su reino es eterno.
- La respuesta del Rey (vs. 46-49)
El rey, para mostrar su agradecimiento a Daniel por haberle revelado el sueño, lo engrandeció haciéndolo gobernador de toda la provincia de Babilonia. Daniel no olvido a sus compañeros en la oración y los puso sobre los negocios de la provincia con cargos honrosos.
B .EL RETO PERSONAL
Las palabras del versículo 28: "Pero hay un Dios en los cielos, el cual revela los misterios, y él ha hecho saber. . . lo que ha de acontecer en los postreros días" nos hacen recordar lo que el Señor dijo antes de destruir a Sodoma: "¿Encubriré yo a Abraham lo que voy a hacer?" (Gn. 18:17). Dios se agrada en revelar sus secretos a sus siervos. Veamos Amós 3:7. Por consiguiente, si nos ocupamos en el estudio de la profecía estaremos haciendo cosas importantes que Dios nos quiere revelar.
C. EL SIGNIFICADO PROFETICO
La imagen representa el poderío gentil en cuatro reinados o imperios sucesivos. Esto se desarrolla en el tiempo que se comprende entre el cautiverio de Israel y la Segunda Venida de Cristo. Cristo describe este periodo usando la frase "el tiempo de los gentiles" (Lc. 21: 24). La piedra representa un reino eterno, implantado por Dios para reemplazar al poderío gentil (Dn, 2:44).
- El Primer Reino, BABILONIA (V. 37. 38).
En las profecías de Daniel, el rey y su reino se mencionan a menudo en forma intercambiante (compárese Dn. 7:17 y 23). Daniel afirma que la cabeza de oro representa a Nabucodonosor y, por consiguiente, también al imperio babilónico. El oro es símbolo de monarquía. Nabucodonosor era un rey absoluto: no tenía que rendir cuentas ni a un parlamento, ni a una corte, ni a un electorado y tampoco se encontraba limitado por una constitución.
- El Segundo Reino, PERSIA (V. 39a).
Daniel nos dice que el pecho y los brazos de plata representan a un reino que se levantaría después del babilónico y que sería inferior, Daniel vio cómo el imperio persa reemplazo al babilónico. Este también recibe el nombre de Medo-persa. Fue más fuerte que Babilonia, como la plata es un metal más duro que el oro, pero a la vez era inferior en calidad porque el emperador persa no es absoluto sino que estaba sujeto a una ley (Dn. 6:14, 15). Después de conquistar Babilonia (en 539 A.C.), los persas dominaban el mundo por unos 200 años.
- El Tercer Reino, GRECIA (V. 39b).
En el año A.C., Alejandro el grande, de veinte años, subió al trono de Macedonia, al norte de Grecia. En los siguientes tres años conquisto todo el imperio persa: desde Egipto hasta los límites de la India. Nos dicen que luego lloró porque ya no habían más mundo que conquistar. Cuando murió a la edad de treinta y tres años, sus generales se dividieron el imperio. Estos generales y sus sucesores gobernaron el mundo griego durante 250 años. Daniel no identifica a este tercer imperio en el capítulo 2, pero sí lo hace en los capítulos 8 y 11, donde predice su desarrollo con gran detalle.
- El Cuarto Reino, ROMA (V. 40 - 43).
Cuando Jesucristo nació en Belén, Jerusalén estaba bajo el control romano. Los monarcas griegos habían caído. Julio César ya había muerto y su sobrino, Augusto, ocupaba el trono como el primero de los emperadores romanos (Lc. 2:1). De los cuatro Roma tuvo el imperio más poderoso. Gobernó con la fuerza del hierro (Dn. 2:40). Pero, así como el hierro es el metal menos costoso, así bajo los romanos, el ciudadano tenía más derechos incluyendo el de apelación a los tribunales mayores que usó Pablo. Ningún ciudadano hubiera siquiera soñado en hacer esto en tiempos de Nabucodonosor. El hierro mezclado con barro sugiere al mayor progreso en los principios democráticos pero permanece algo de poder dictatorial (el hierro).
¿Podemos considerar a los pies de barro y hierro como un reino quinto o son la fase final del cuarto? Esto no se puede distinguir en el capítulo 2. Cuando lleguemos a la visión paralela en el capítulo 7, veremos que son cuatro y no cinco reinos. Notemos ahora que entre las dos fases, entre las piernas de hierro y los pies de barro cocido y hierro, hay un largo intervalo que incluye a nuestros días, en los cuales ya no existe el imperio romano. Este intervalo recibe el nombre de "El gran paréntesis", porque ésta y otras profecías pasan por él sin mencionarlo. Aprendemos más de este intervalo en la lección 9.
Los dedos de la imagen (Dn. 2:42) tienen el mismo significado que los diez cuernos en Daniel 7:24 y Apocalipsis 13:1. Representan a diez reyes que se levantarán durante la última fase del imperio romano. Parece que en los últimos días antes de la venida de Cristo surgirá una confederación de diez naciones que abarcarán lo que era el antiguo imperio romano. Winston Churchill en un discurso pronunciado en Zurich en septiembre de 1946, recetó un remedio que "transformaría todo el escenario europeo". Dijo: "Es necesario volver a crear una familia europea, hasta donde nos sea posible, proveyéndole una estructura bajo la cual pueda subsistir en paz, seguridad y libertad. Debemos crear algo así como los Estados Unidos Europeos." Es demasiado temprano para tratar de identificar a los diez dedos, pero ya existe un movimiento en la dirección propuesta por el primer ministro, Churchill y esto parece indicar que el escenario se está arreglando para que se levante el telón para el acto final del "tiempo de los gentiles".
- El reino que no será destruido jamás (v. 44, 45)
Jesucristo es la piedra con cortada con mano (1 P. 2:6, 7). La destrucción de la imagen del poderío gentil es por su Segunda Venida, cuando asumirá el reino (Mt. 25:31, 32). Su reino será mundial y es el que se anuncia en muchas partes del Antiguo Testamento y nuevamente en su nacimiento (Lc. 1:32, 33). Es el cumplimiento de la segunda petición del "Padre Nuestro" (Lc. 11:2).
Los siguientes capítulos de Daniel nos hablaran mucho más acerca de estos cuatro reinos y del reino celestial que los reemplazara.
EL HORNO DE FUEGO
Daniel 3
El sueño de Nabucodonosor se le subió a la cabeza. Fue algo importante, no cabe duda, y él era la cabeza de oro, pero probablemente no estaba de acuerdo con el decreciente valor de los metales que le seguían, ni con la destrucción final de la imagen. Su orgullo, pues, le hizo pensar en ciertas modificaciones. En este capítulo vemos como construye su propia versión del símbolo del gobierno humano: una imagen, toda ella de oro puro. Su reino no sería reemplazado por otros, ni habría a los pies de esta imagen una piedra asoladora. En vez de la piedra habría una gran multitud postrada en sumisión. Para él esto era mucho más satisfactorio que la imagen original.
- LA HISTORIA
1.La dedicación de la Imagen (vs. 1-7).
La imagen de oro era de 60 codos de altura y de 6 de ancho. Tendría, pues entre 28 y 34 metros de altura, dependiendo de lo largo del codo que se haya usado, que podía haber sido desde 45 hasta 56 centímetros de largo. Así, pues, la estatua seria como del tamaño de un edificio de diez pisos, y tal vez más alto si estuviera sobre un pedestal. El rey organizo una imponente ceremonia de inauguración, con la presencia de los oficiales del gobierno de todo imperio. La gran multitud podría disfrutar de excelente música mientras contemplaba la gran imagen de oro resplandeciendo a la luz del sol. La música y la arquitectura pueden inducir la adoración, aun cuando el objeto de Adoración sea falso. Al sonido de la música toda la congregación debería postrarse para adorar a la imagen de oro.
- Los tres Rebeldes (vs. 8-18).
Sadrac, Mesac y Abed-nego no imitaron al gentío. Se mantuvieron de pie cuando los demás se postraron. Evidentemente Daniel, o estaba enfermo o de viaje, ya que es imposible que hubiera violado el segundo mandamiento al adorar a la imagen (Ex. 20:4, 5). La insubordinación de estos tres jóvenes despojo a Nabucodonosor de todo placer en la fiesta. Estaba furioso. Les dio una segunda vez (vs. 16-18), Nabucodonosor se puso igual al horno de fuego que había mandado calentar siete veces más de lo que era costumbre.
- 3El horno de Fuego y la liberación (vs. 19-30).
Al ver desafiada su supremacía, el rostro del rey cambió (v. 19). Con la amenaza del horno de fuego el rey había intentado hacer que estos tres jóvenes desistieran de su propósito de obedecer a Dios ante que a él. Pero el horno de fuego no pudo hacer ningún daño a estos ciervos del señor. Salieron intactos. Nabucodonosor, aunque tan orgulloso, aceptó su derrota. Reconoció que estos tres hombres habían demostrado la supremacía de su Dios (v. 28). ¿No los había visto salir del horno sin sufrir ningún daño, ni siquiera con olor de fuego? ¿Y no había visto a uno como el Hijo de Dios paseándose con ellos en medio del fuego? El orgulloso Nabucodonosor se acercaba a la salvación.
B. EL RETO PERSONAL
Como en el primer capítulo, no se les pide a los siervos de Dios que dejen su religión sino sólo que se asemejen lo suficiente al mundo para no descollar. Así es en nuestros días. Los cristianos sufren mucha presión para que sean iguales a los del mundo, "Póstrate, o sé quemado." Esto se aplica a la forma de vestir, a las diversiones, a los hábitos, a los negocios, a la religión y a la moral. El mundo dice: "Adáptate, sé igual a los demás." Dios dice: "Sé transformado, distínguete" (Fil. 2:15). Los que aceptan el mandato divino pueden decir: "Nuestro Dios puede librarnos" (v. 17). Estos, al estar en el horno de fuego, encuentran al Hijo de Dios a su lado. Por él se mantienen firmes y él los ayuda. Tres hombres fieles en el horno de fuego y Jesús a su lado este epígrafe contiene tanto el precio que se paga por no complacer al mundo como la gran recompensa de tal actitud (2 Tim. 4:17; Gn. 14:22; 15:1).
C. EL SIGNIFICADO PROFETICO
En el capítulo 1 vemos que la fidelidad de Daniel y sus tres compañeros será una fuente de inspiración para los creyentes durante la gran Tribulación. Daniel 3 intensifica la comparación con la Tribulación ofreciendo algunas marcadas similitudes. Fijémonos en algunos paralelismos que hay entre Daniel 2 y Apocalipsis 13, capitulo que describe parte de la Gran tribulación.
1) El último dictador, el hombre de Satanás en la tierra, descrito en Apocalipsis 13:1-8 como una bestia que sale del mar, se parece a Nabucodonosor.
2) Habrá una gran imagen de este dictador y se obligará a todos a adorarla, con la pena de muerte para el desobediente (Ap. 13: 14, 15).
3) Habrá creyentes que rehusaran adorar la estatua, como lo hicieron Sadrac, Mesac y Abed-nego, y sufrirán una persecución terrible (Ap. 13:17). Daniel 3: 16-18 bien pueden ser uno de los pasajes preferidos de estos fieles y con base en Daniel 3:25 pedirán la presencia de Dios al entrar al fuego de la persecución.
4) Podemos notar otro paralelo. En Daniel 3:1, las dimensiones de la imagen son de 60 codos por 6; en Apocalipsis 13:18 vemos que el número de la bestia es 666. Seis es el número del hombre en la Biblia, pues no llega al siete el número de la perfección, el numero divino. La rebelión contra Dios que simboliza la estatua de 60x6 de Nabucodonosor continua a través de los tiempos de los gentiles hasta que aparece en forma completa en el 666 del archí enemigo de Dios.
{slider="EL ÁRBOL CAÍDO" open="false"}
Daniel 4
Advierta las frases similares: "puede librarnos" y "puede humillar" en Daniel 3:17 y 4:37. Dios puede librar al humilde (cap. 3) y puede humillar al soberbio (cap. 4). La lucha entre Dios y Nabucodonosor llega a su fin cuando Dios quebranta la voluntad del rey que quiso quebrantar la voluntad de los siervos de Dios. El rey reconoce la absoluta soberanía de Dios sobre los monarcas de la tierra. Parece que este rey tan soberbio es humillado a tal grado que encuentra su salvación personal.
Este capítulo es notable por el hecho de que no fue escrito por un profeta de Dios sino por un rey gentil. Daniel ha publicado íntegramente el decreto de Nabucodonosor.
- LA HISTORIA
1. El sueño de Nabucodonosor (vs. 4-18)
Al estudiar las visiones, sueños y parábolas de la Biblia debemos examinar con cuidado todos los detalles de la historia o sueño antes de tratar de buscar la interpretación. Aquí la narración del sueño es de lo más expresivo. La imagen del árbol caído de seguro se grabaría en la mente del rey. Primero observo la grandeza del árbol (vs. 10-12), luego su deliberada destrucción (v. 14) y finalmente la restricción que impediría su destrucción total (vs. 15). Para apreciar correctamente el sueño consideremos que no era sólo un gran árbol sino que un árbol inmenso, que llegaba hasta el cielo (v. 11). Luego imaginemos que el árbol ha desaparecido y que solo ha quedado la parte inferior del tronco, que está atada con un anillo de hierro para que no se parta. Esto enfatiza una parte importante de la visión – el árbol no fue destruido totalmente. . . puede soñar.
En los versículos 16 y 17 Nabucodonosor da una interpretación parcial de la visión. Nos dice primero que la caída del árbol representa la caída del hombre (v. 16) y segundo, que el propósito de Dios en esta caída es enseñar que él gobierna sobre los reino de los hombres (v. 17).
- La Interpretación y el Consejo (vs. 19-27)
El ÁRBOL (vs. 20-22). Daniel estaba maravillado por el sueño. Lo explico de esta manera: "Tú mismo eres, oh rey" (v. 22). El árbol simboliza muy bien a un emperador cuyo dominio ha crecido y bajo cuya protección y control viven grandes multitudes.
El VIGILANE (vs. 23, 24). Este era un mensajero angelical. El versículo 17 sugiere una corte celestial regida por el mismo señor (v. 24) que juzga los asuntos de los gobernantes terrenales e interviene algunas veces si la justicia así lo requiere. Aquí vemos algo del ministerio de los ángeles. Veremos más después. Comparemos esto con 1 Reyes 22:19-22, donde la destrucción del malvado Acab se fraguo en el cielo.
El ÁRBOL CORTADO (v. 25). Nabucodonosor iba a ser echado de entre los hombres para vivir como una bestia del campo. La única explicación adecuada para los versículos 14-16, 25: 34-36 es que el rey se volvería loco y, debido a su condición, lo llevarían fuera de la ciudad. Su locura duraría por siete tiempos (v. 16), tal vez siete años.
"DEJA LA CEPA" (v. 26). Al pasar el tiempo, cuando su razón le fuera devuelta (vs. 34, 36), Nabucodonosor recibiría nuevamente su trono. El sabría entonces que no era monarca absoluto sino que estaba sujeto al Rey del cielo.
EL CONSEJO DE DANIEL (v. 27). "La misericordia triunfa sobre el juicio" (Stg. 2:13). Al rey se le suplico que se arrepintiera y se le dio un año de plazo (v. 29).
- El cumplimiento (vs. 28-37)
Nabucodonosor no acató el consejo y un año después, al pasearse por sus hermosos jardines y gloriarse en sus méritos propios (v. 30), cayó sobre él el juicio de Dios. Se volvió loco y, arrojado de entre los hombres, comía hierbas como un buey, su pelo creció en forma de plumas y sus uñas como garras (v. 33). Estaba totalmente enajenado. Pero Dios guardó su trono y, cuando le fue devuelta la razón, le restauró al poder. Entonces hizo la proclamación que estamos estudiando, confesando en ella su soberbia y exaltación al Dios verdadero.
Los descubrimientos arqueológicos han corroborado las grandes obras artísticas de Nabucodonosor (vs. 29, 30). Sus jardines colgantes son una de las siete maravillas del mundo antiguo, sus murallas gigantescas y hermosas puertas son también maravillas arquitectónicas. Hasta ahora, los descubrimientos no han confirmado el lapso de los siete años de locura, aunque esto si se menciona en algunos escritos antiguos. Es probable que los descendientes del rey hayan purgado de la historia este penoso acontecimiento. La Biblia es mucho más franca que la mayoría de los libros.
B. EL RETO PERSONAL
La primera lección que encontramos en este capítulo es que "Dios resiste a los soberbios" (Stg. 4:6). La soberbia, que es en realidad independencia de Dios, es el pecado básico y original (Ez. 28:2; Gn. 3:5; 1 Ti. 3:6). La soberbia lleva a la caída (Pr. 16:18; Is. 14:12-15). Nabucodonosor, haciendo caso omiso de la advertencia del árbol caído, aprendió por la experiencia que "a los que andan en soberbia, Dios puede humillarlos" (v. 37).
La segunda lección en este capítulo se encuentra también en Santiago 4:6 y es que Dios da gracia a los humildes. "Humillaos delante del Señor, y él os exaltará" (Stg. 4:10; 1 P 5:5, 6). Esta también fue la experiencia de Nabucodonosor. La soberbia era el pecado que le impedía llegar a la salvación. Podemos repasar los cuatro primeros capítulo de Daniel para ver el método que Dios usó en cada uno para quebrantar la soberbia del rey. El propósito de Dios se cumplió cuando Nabucodonosor pronuncia las palabras de los versículos 34 y 35. Ahora Dios exalta al que previamente ha humillado. Nabucodonosor recobró no sólo la razón y el trono pero, según parece, encontró su salvación personal (vs. 2, 3, 34, 37).
Hacer que el pecador reconozca su propia pecaminosidad o una parte vital de la obra del Espíritu de Dios al ofrecerle la salvación. La resistencia que normalmente ofrece el pecador cuando se trata de reconocer su íntima condición delante de Dios, imposibilita a muchos a llegar a la conversión. Advertimos al estudiante del peligro que existe de predicar o testificar invitando al pecador a venir a Jesús, sin hacer mención de la pecaminosidad del corazón humano y del juicio que esto merece. Tal forma de predicar es muy común, pero no sirve. Juan el Bautista hubiera sido muy bien recibido si se hubiera limitado a predicar: "Fue reino de los cielos se ha acercado", pero la palabra "Arrepentíos" hacía que su mensaje fuera despreciado por los que no querían reconocer y abandonar su pecado (Mt. 3:2; Lc. 3:7-9). Juan usó también la figura del árbol caído. Una vez que el pecado haya reconocido su pecado, el mensaje de "creer" (Hech. 16:31) o de "venir" (Mt. 11:28) puede resultar en su salvación. Dios exaltara a los humildes. El hombre que se gloría en sus obras y en su carácter puede decir que cree, pero creerá únicamente en algunos hechos históricos. Creer realmente que Jesús es el Salvador implica reconocer nuestra condición perdida y nuestra incapacidad de salvarnos sin su ayuda.
C. EL SIGNIFICADO PROFETICO
El paralelo que encontramos entre este capítulo y el libro de Apocalipsis no es tan marcado como el del capítulo tres, pero no existe una comparación interesante. En el capítulo 9 de Daniel aprendemos que la Gran Tribulación será como el período de locura de Nabucodonosor, de siete años. Generalmente pensamos en este tiempo con relación al pueblo Judío pero también sería un periodo en el cual Dios tratará con las naciones gentiles, en parte por juicio directo y en parte permitiendo que sigan la cosecha de su ambición. Mateo 24:6-8, 21-22 nos dice que este periodo empezará con guerras y rumores de guerras y terminaran con destrucción terrible. Se puede considerar como un periodo de siete años de locura gentil, excediendo la locura de nuestros días. No sólo pugnarán las naciones entre sí, Dios las humillaron con el hacha de su justicia destruyendo la imagen de supremacía gentil.
La imagen de Daniel 2 representa al reinado gentil que será totalmente destruido. El árbol del capítulo 4 representa a un individuo y hay orden de "dejar la cepa". Así que, aunque la Tribulación marcará el final de la supremacía gentil, también traerá la salvación a muchos individuos gentiles, como lo indicaremos en seguida:
1) La salvación de los Gentiles en la Gran Tribulación.
Mateo 24:14 indica que el evangelio se predicará en todo el mundo antes de llegar a la mitad de la Gran Tribulación. Los 144.000 siervos de Dios de Apocalipsis7:3, 4 llevarán el mensaje. Se identifican como judíos y su afiliación a las doce tribus se da en los versículos 5-8. Se les describe en Apocalipsis 14:1-5 como hombres que seguirán al Cordero por dondequiera que fuere.
Así como la primera mitad de Apocalipsis 7 nos da las afiliaciones de los 144.000, la segunda mitad del capítulo nos describe algunos gentiles que se convertirán. El versículo 9 nos dice que saldrán (es decir, serán mártires) de la Gran Tribulación. Así que, a pesar de que serán tiempos difíciles, gran número de gentiles se convertirá. No se menciona en este capítulo
2) El lugar de los gentiles Durante el Milenio.
El milenio será un tiempo de gran bendición para los gentiles, pero, estarán sujetos a los judíos en vez de ejercer supremacía sobre ellos (Is. 60: 3, 5, 12). En particular, Isaías 60: 14,15 nos enseña cómo Dios, al cortar el árbol gentil y después restaurarlo, les enseñara humildad. Los que una vez despreciaron y pisotearon a los judíos, en ese día los tendrán en gran estima.
Ciertamente, a los que son soberbios, Dios los puede humillar.
{slider="LA ESCRITURA EN LA PARED" open="false"}
Daniel 5
La gloria de Babilonia decayó después de la muerte de Nabucodonosor. Su hijo Evil-merodac reinó por 2 o 3 años (2 R. 25: 27-30); pero fue asesinado por Neriglisar su sucesor y esposo de su hermana. El reinó cuatro años. El siguiente rey fue el pequeño hijo de Neriglisar, Labashi-Marduc, que fue destituido por los sacerdotes después de 9 meses. Luego se le dio el trono a un fiel general del ejército, Nabonidus, que reinó hasta que cayó Babilonia en 539 A.C. Los conquistadores persas le dieron una pensión.
Daniel no menciona los detalles anteriores, sólo dice que Belsasar fue el último rey de Babilonia y que murió cuando cayó la ciudad. Estas aparentes discrepancias entre la Biblia y otras fuentes históricas han hecho que algunos pongan en duda la validez del libro de Daniel; hasta se ha dicho que Belsasar es un mito. Pero después se descubrieron algunas tablas antiguas en donde se encuentra el nombre de Belsasar y su relación con Nabonidus. Se encontró que Nabonidus pasó el último período de su reinado en Arabia y dejo la administración del gobierno a cargo de Belsasar. Así nuevamente quedaron en vergüenza aquellos que dudan de la veracidad de la Biblia, confiando más en la ciencia humana. Es interesante notar que Daniel, aunque no menciona a Nabonidus, dice que Belsasar le ofreció el tercer lugar en el reino y no el segundo (vs. 7, 16, 29).
En Daniel 5 leemos que Nabucodonosor es el padre de Belsasar. Esta es una costumbre oriental que puede indicar que Belsasar era su sucesor. Posiblemente era nieto suyo (Jer. 27: 6-7). Otros relatos dicen que Nabonidus era padre de Belsasar. Tal vez Nabonidus se haya casado con una princesa, hija de Nabucodonosor para afirmar su posición o tal vez haya adoptado al nieto de Nabucodonosor como hijo suyo. La relación exacta no se conoce.
- LA HISTORIA
1. Una Fiesta Blasfema (vs. 1-4)
Belsasar está de fiesta con su corte. Es cierto que los Medos y Persas están sitiando la ciudad, pero se creía que sus grandes murallas eran invulnerables. Dentro de la ciudad vivían aproximadamente 1.200.000 personas y el rey no tenía ningún temor por su seguridad. En esta actitud tan arrogante, mando traer los vasos de oro y plata que habían sido robados del templo de Jerusalén. Con estos vasos los invitados empezaron a brindar por sus ídolos. Belsasar no se sintió satisfecho con burlarse del ejército que sitiaba la ciudad al no darles importancia, sino que también quiso burlarse de Dios en esta forma tan blasfema. Poco se imaginaba que era la última noche de su vida.
- La Escritura Aparece (vs. 5-16)
Al ver la mano escribiendo en la pared el rey serenó al instante. El temor hizo palidecer su rostro y sus rodillas daban la una contra la otra (v. 6). Parecía que el rey ya conocía el significado del mensaje. Sin embargo, mandó buscar a alguien que lo interpretase, pero no encontró a nadie. Finalmente mandó llamar a Daniel que había decaído en importancia en el reino desde la muerte de Nabucodonosor.
- El Reproche De Daniel(vs. 17-24)
El discurso de Daniel ante Belsasar es muy diferente al pronunciado ante Nabucodonosor en el capítulo 4. No era una advertencia que daba oportunidad para el arrepentimiento (compare 4:29 con 5:30), ni se ofrecía misericordia (4:27).
- La Interpretación De La Escritura (vs. 25-29)
Las palabras caldeas, como las hebreas, no se escriben con vocales y por eso Daniel tenía que encontrar las vocales para el escrito antes de poder interpretarlo. Para cada palabra darle significado.
La primera, MENE, es un participio pasivo del verbo caldeas contar, y se escribió dos veces en la pared: MENE, MENE, que equivale a CONTADO, CONTADO. Daniel interpreta el primer MENE como "Contó Dios tu reino", es decir, había contado su duración. Daniel interpreta el segundo MENE como "Le ha puesto fin", es decir, el tiempo ya había terminado para Belsasar.
La segunda palabra, TEKEL, es el participio pasivo del verbo caldeo pesar, así que es pesado. La primera interpretación fue: "Pesado has sido en la balanza". Dios, el gran Juez, había examinado a Belsasar a la luz del conocimiento y la responsabilidad que tenía. La segunda interpretación fue: "Fuiste hallado falto". Esta se basó en el camino de una vocal para que fuera TEKAL que es una palabra hebrea que significa "Ser liviano", es decir no tener suficiente peso para mover la balanza. Daniel tradujo TEKAL al caldeo para que lo entendiera el rey. Belsasar no solo había sido pesado por Dios sino que no pudo llegar al peso que Dios esperaba de él (v. 27; compárese Ro. 3:23; Sal. 62)
La tercera palabra fue UPARSIN. La U es la conjunción "y" mientras que PARSIN es el participio plural del verbo caldeo dividir, es decir, divididos o fragmentados. En su interpretación Daniel usó el singular PERES para dar a entender que el imperio babilónico se dividiría. En su segunda interpretación otra vez cambia una vocal para que fuera PERAS que es una palabra tanto caldea como hebrea que significa Persia. El rey de Bablionia iba a ser dado a los medos y persas (v. 28).☺
- La Caída De Babilonia (vs. 30, 31)
Esa noche la ciudad cayó en manos del ejército invasor y Belsasar murió. Los historiadores griegos dicen que el enemigo desvió el curso del río Éufrates y entró por el cauce del río. Como dicen las puertas fueron abiertas desde adentro por traidores, Daniel no nos da detalles.
B. EL RETO PERSONAL
Nosotros vivimos en días de festejos, blasfemias e inmoralidades. Dios no contenderá para siempre con el hombre (Gn. 6:3). Examine su propio corazón. ¿Ha recibido Ud. a Jesucristo personalmente en su vida? ¿Se ha arrepentido de sus pecados? Si no está seguro de poseer la salvación, arrodíllese ante Dios, confiese sus pecados y reciba a Jesús que murió en la cruz como sustituto para pagar el precio de nuestros pecados. "He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación" (2 Co. 6:2). No sea como Belsasar. Acuda a Dios mientras hay la oportunidad de hacerlo.
C. EL SIGNIFICADO PROFETICO
Una indiferencia total hacia Dios, junto con una falsa seguridad, marcarán los días anteriores a la Gran Tribulación. Belsasar es figura del mundo que, gozando de sus placeres, no se da cuenta que el juicio está muy cerca.
Hay un pasaje paralelo en el Nuevo Testamento en 1 Tesalonicenses 4:13 a 5:11. Allí se describe la tribulación futura como "el día del Señor" (5:2), destrucción repentina (5:3) e ira (5:9). Vendrá de repente, como ladrón, cobre los incrédulos. Estos, como Belsasar, estarán preocupados sólo con el placer del pecado de noche se embriagan (5:7). Una falsa esperanza de "paz y seguridad" (5:3) producirá indiferencia hacia el juicio venidero. Pero, "no escaparan" (5:3).
Pero ¿qué de las personas ya salvadas cuando se acerque ese día? Aquel día no los sorprenderá como ladrón porque Dios los librará de la ira que vendrá (5:9). Serán arrebatados antes de que empiece la tribulación. Esto se describe en 1 Tesalonicense 4:16, 7. Cristo descenderá a las nubes para encontrar a sus creyentes en el aire, los llevará a los lugares celestiales que está preparando ahora (Jn. 14:2,3) y serán guardados de la Gran Tribulación (Ap. 3:10).
1 Tesalonicenses 4:13-5:11 es un pasaje que nos consuela en lo que se refiere a los creyentes que han muerto, cuyos cuerpos duermen en la tumba (4:13), mientras que otros creyentes continúan vivos (4:15). En el arrebatamiento, los muertos en Cristo resucitarán primero (4:16), luego los creyentes vivos serán arrebatados en las nubes para recibir al señor (4:17). El pasaje concluye con esta verdad: Dios no nos ha puesto para ira (el día del Señor), sino para alcanzar salvación por cristo (arrebatamiento). Ya sea que velemos (creyentes vivos) o que durmamos (creyentes muertos, v. 13), viviremos juntamente con Cristo (5:9, 10). Así que tenemos consuelo (5:11).
Además de 1 Tesalonicenses 5:9, 10 y Apocalipsis 3:10, 2 Tesalonicenses 2:1-8 Indica que la iglesia verdadera será arrebatada antes del período de Tribulación. Comentaremos este pasaje en la lección 9 y en relación con Daniel 9:27. Hay un diagrama en la lección novena que ilustra esto.
EL FOSO DE LOS LEONES
Daniel 6
Daniel ya había vivido 70 años en la ciudad de Babilonia. El imperio babilónico, la cabeza de oro, había caído dando lugar al imperio persa el pecado de plata. Ciro el persa Darío el meda reinaban (v. 28). Darío fue el primero en sobresalir, tomando el trono de Babilonia. Dentro de dos o tres años Ciro incorporó a Babilonia al imperio persa. Mientras que Darío era rey de Babilonia (9:1), Ciro era el rey de Persia (10; 1; Esd. 1:1, 2).
El reino de Darío estaba dividido en muchas provincias, cada una de ellas estaba bajo la autoridad de un sátrapa. A Daniel se le dio el cargo que equivaldría hoy día al de primer ministro, pues supervisaba a todos estos sátrapas. Este es el último / que registra acontecimientos en la vida de Daniel. Era ya anciano, tal vez de unos 90 años, estaba en la cumbre de su carrera, era respetado por todos los hombres y había sido honrado por Dios. El que busca siempre la honra de Dios, a veces recibe también honra de los hombres (1 S. 2:30). Daniel nunca buscó ser honrado por los hombres (compare Jn. 5:44), ya que desde los primeros días de su estancia en Babilonia prefirió morir antes que desobedecer a Dios (1:8). Ahora, ya anciano, tiene que volver a pasar por una prueba semejante a la primera.
- LA HISTORIA
1.La Envidia (vs. 4, 5).
Los demás gobernantes y sátrapas envidiaban la posición de Daniel, el judío, en el reino. Su piedad y rectitud moral agravan el descontento de sus rivales, así que empezaron a tramar algo para deshacerse de él.
La envidia es uno de los pecados + sutiles. Es "carcoma de huesos" (Pr. 14:30). ¿Quién podrá sostenerse delante de la envidia? (Pr. 27:4). La envidia mandó a José a la cárcel, a Daniel al foso de los leones y a Cristo a la cruz (Hch. 7:9; Mt. 27:18). La envidia se presenta inesperadamente en los mejores cristianos. Ten cuidado. Si aparece en ti, júzgala por lo que es. La crítica es a menudo un síntoma de la envidia.
- Complot Contra Daniel(vs. 6, 15).
Sabiendo que sólo en lo concerniente a su religión podrían condenar a Daniel, idearon una trampa. Le pidieron al rey que promulgara un edicto contra las plegarias u oraciones a cualquier Dios u hombre que no fuera él mismo, por un plazo de 30 días. El castigo, al violar el dicto sería una visita al foso de los leones. A pesar del edicto, Daniel siguió orando como era su costumbre y fue arrestado. El rey no pudo cambiar el edicto a pesar de que, al descubrir la trampa, hizo todo lo posible para librar a Daniel (vs. 14, 15). En el imperio persa se consideraba que los reyes eran la encarnación de la deidad y que sus edictos eran irrevocables.
- El Foso De Los Leones (vs. 16, 24).
Nuevamente el poder de Dios para librar a los suyo quedo manifiesto. El anciano valiente fue echado en el foso de los leones, pusieron una piedra sobre la puerta del foso y fue sellada con el anillo del rey. Pero, las bocas de los leones también fueron selladas por una mano invisible. Daniel cumplió la sentencia, pero ésta no le hizo daño. Cristo también fue sentenciado a muerte, su tumba fue sellada (Mt. 27: 26), pero en tanto que Daniel permaneció vivo y sin sufrir dolor alguno, Cristo sí murió. Si no hubiera sido así el precio de nuestros pecados no hubiera sido pagado y no hubiera salvación para nosotros (1 P. 1:18, 19). Así que el Dios que libró a Daniel "no escatimo a su hijo, sino que lo entregó por todos nosotros" (Ro. 8:32).Pero Cristo, como Daniel, salió triunfante y con vida.
- El Testimonio De Darío(vs. 25, 28).
Darío proclamó el gran poder de Dios a todo su imperio. Un anciano de rodillas sacudió a todo un reino.
B. EL RETO PERSONAL
Hubiera sido fácil escapar del foso de los leones, Daniel sólo necesitaba cerrar sus ventanas. Satanás es muy astuto al preparar las tentaciones. Él sabía, y Daniel también lo sabía, que las ventanas cerradas hubieran sido una tragedia peor que el foso de los leones. El anciano había testificado ante toda Babilonia, sin alarde, que él adoraba a Dios de Israel. Esconder su luz durante un mes hubiera sido peor que la muerte. Estaba ante dos posibilidades: perder la vida o perder el poder de Dios en su vida. Pero, ¡qué inocente parecía la tentación! La mayoría de nosotros hubiera cerrado las ventanas sin + ni +. Razonaríamos que esta pequeña sumisión nos preservaría para poder aprovechar muchas oportunidades para testificar e futuro. Es cierto que los príncipes querían que Daniel fuera al foso de los leones, pero Satanás hubiera preferido que Daniel cerrara sus ventanas por 30 días con la luz escondida.
C. EL SIGNIFICADO PROFETICO
Aunque Darío, en su persona, haya sido digno de admiración en su posición oficial es figura del gran dictador final que tendrá el mundo. Con esto en la mente veremos que los / 5 y 6 son muy interesantes.
En Daniel 5 vemos la destrucción de Babilonia. Desde los días de la torre de Babel hasta el libro de Apocalipsis, Babilonia representa un sistema religiosos que se opone a Dios y a sus siervos. En el antiguo testamento Babilonia conquista a Judá, la nación apóstata. En el nuevo testamento representa a la iglesia apóstata, especialmente la de los últimos días, una gran iglesia falsa. Apocalipsis 17 describe a Babilonia como:
- Una potencia política (vs. 2, 18).
- Una entidad muy rica (v. 4).
- Una perseguidora de los santos (v. 6).
- Una idólatra (fornicación espiritual, ramería, v. 5).
Todo esto está simbolizado en la fiesta de Belsasar, que usa los vasos sagrados del templo de Dios para brindar por los ídolos de Babilonia (Dn. 5:3, 4).
En Daniel 6 no vemos una religión sino una anti religión. No se puede reconocer a Dios, ni siquiera a un ídolo. Toda religión, sea verdadera o falsa, debe ponerse a un lado y sólo el emperador debe ser reconocido (v. 7). Tomemos nota que se trata del emperador que conquistó a Babilonia (5:30, 31).
Ese conflicto es ya muy aparente en el siglo veinte. El comunismo ateo domina en Rusia. El ateísmo crece alarmantemente en la América Latina, en Francia, Italia y muchos países +. El comunismo se opone a toda religión, sea verdadera o falsa. Es significativo que el comunismo penetra difícilmente en áreas protestantes pero se extiende con + facilidad en áreas católicas romanas donde se acostumbra usar imágenes para la adoración.
La enemistad entre el ateísmo y la religión babilónica culminará en la Gran Tribulación. El sistema religioso estará en su apogeo al principio del reinado de la Bestia (Daniel 7; Apocalipsis 17:3), pero llegará el tiempo cuando los reyes destruirán el sistema religioso (Ap. 17:16, 17). Esto facilitará las cosas para el dictador que se opondrá a toda religión (Dn. 11:37; Ap. 13:8 y especialmente 2 Ts. 2:3, 4). Quitando todos los dioses, el emperador mismo será exaltado. Tal vez los comunistas rusos nos están dando un ejemplo de esto al poner a Lenin, y por algún tiempo a Stalin, en ataúdes de cristal en la plaza Roja. Cuando se quita la religión se exalta a los líderes humanos para llenar el vacío.
Hay, pues, dos pasos en la Gran Tribulación. Primero, el sistema religioso llamado "Babilonia la Grande" prevalecerá. Luego, los líderes políticos lo destruirán e introducirán una forma de ateísmo (no necesariamente el comunismo), con la exaltación de un hombre, el dictador final, como dios. Antes de que empiece todo esto, la iglesia verdadera será arrebatada y estará en el cielo. En la actualidad, el auge del ateísmo y la formación de una súper iglesia son señales que indican que estamos cerca de los últimos días.
LAS CUATRO BESTIAS
Daniel 7
Hemos llegado a la mitad del libro de Daniel y con esta lección entramos a la segunda parte. Conviene volver a estudiar el cuadro que aparece en las páginas 40 41. Arriba encontramos LA VIDA DE DANIEL, registrada en los primeros seis capítulos y en la parte inferior LAS PROFECIAS DE DANIEL que son el contenido de los últimos seis capítulos. Estas profecías fueron dadas directamente a Daniel en contraste con las visiones y sueños de los capítulos 2,4 y 5 que fueron recibidos por reyes gentiles aunque fueron interpretados por Daniel.
Daniel recibió cuatro profecías. Primero el sueño de las cuatro bestias en el primer año del reinado de Belsasar. Dos años después Daniel tuvo la visión del macho cabrío y del carnero. La revelación de las setenta semanas vino un año después de la escritura de la pared y la caída de Babilonia. Es probable que el incidente del foso de los leones haya ocurrido el mismo año. La cuarta y última profecía es un relato detallado de los reyes venideros.
Las cuatro profecías se encuentran en las columnas verticales en la parte inferior del cuadro. El sueño de la imagen, registrado en el capítulo 2, se encuentra reproducido al lado de las cuatro profecías para fines de comparación. Las flechas indican el lugar que ocupan las profecías en la relación a la línea de tiempo que divide al cuadro en dos partes.
Los títulos de los capítulos deben estar grabados ya en la memoria y al relacionarlos con los diagramas debe ser fácil recorrer el libro de la memoria recordando el contenido de cada capítulo como se sugiere en la primera lección.
- LA VISION
1. Las cuatro grandes bestias (vs. 2-8)
Mientras Daniel dormía, soñó y en su sueño vio el gran mar, el Mediterráneo. Había una tormenta. El viento parecía ir en todas direcciones. De repente, un enorme león alado subió del mar y llego a tierra firme. El león se parecía a las estatuas que Daniel veía en Babilonia, estatuas de leones alados que representaban el imperio. Sin embargo, el león de su sueño era enorme, siendo tal vez del tamaño de una montaña. Después de un rato le fueron arrancadas las alas y fue levantado hasta pararse como hombre y le fue dado un corazón humano.
Apareció entonces un segundo animal, saliendo del mar, un gigantesco oso. Parecía que había matado y comido porque tenía tres costillas en su boca. El oso se estableció como rey pero tuvo que ceder su posición a un leopardo con cuatro cabezas y cuatro alas que también había salido del mar.
Finalmente salió una bestia espantosa y terrible, diferente a cualquier especie conocida. Nadie podía pararse ante ella. Sus extraños dientes eran de hierro y sus uñas de bronce. No quedaba satisfecha con matar para alimentarse sino parecía querer destruir todo y con sus pies hollaba las sombras (v. 19). La bestia tenía diez cuernos pero luego apareció un onceavo desplazando a tres de los cuernos originales. Este cuerno tenía ojos humanos y una boca de la cual salían blasfemias y vana gloria. El cuerno pareció quitar el dominio a las demás bestias. Bajo la dirección del cuerno las bestias empezaron a perseguir y quebrantar al pueblo de Dios. El cuerno usó todo el poder del que disponía para hacer guerra contra los santos (vs. 21-25)
- El juicio de la bestia(vs. 9-12)
En su sueño, Daniel fue transportado al cielo. El anciano de Días estaba sentado sobre un trono de fuego y una multitud de ángeles le servía. Se pusieron otros tronos (v. 9) y sobre ellos se sentaron los santos del Altísimo (v. 22), representando a los creyentes perseguidos en la tierra. Daniel vio a estos hombres sentados con Dios en lo que pudiera ser un consejo de guerra, convocado para considerar las cosas que hablaba el cuerno (v. 11). Un concilio semejante se convocó para juzgar la vanagloria de Nabucodonosor (4:17). Así como se llevó a cabo el castigo decretado por el primer concilio (4:13, 14), así éste lleva a cabo el veredicto en contra del cuerno. Daniel observó la muerte de la bestia (v. 11).
El versículo 12 nos explica lo que pasó con las tres bestias que quedaron. Aunque cada una de ellas entregó el dominio a su sucesor, quedaron con vida. Este versículo indica que no es hasta que muera la cuarta bestia que ellas llegan a su fin, Así fue en la visión de la imagen en el capítulo 2 donde toda la imagen se derrumba al ser herida por la piedra en los pies.
- El dominio eterno(vs. 13, 14)
El concilio de guerra tenía otro asunto pendiente antes de cerrar su sesión. Este era establecer un gobierno que reemplazara a los gobiernos caídos. Así que, el Hijo del Hombre apareció ante el Anciano de Días. Las nubes eran su carruaje y el cielo no el mar, era su origen. A él le fue dado el reino. Su reino fue universal, ya que iba a reinar sobre toda la tierra, y era eterno, no temporal como el de las bestias.
B. LA INTERPRETACION
Los versículos 1-14 nos relatan la visión y los versículos 15-28 la interpretación. Daniel, muy turbado por el sueño de las bestias, se acerca a uno de los asistentes angelicales y le pregunta el significado de lo que había visto (vs. 15, 16). Recibe una explicación breve (vs. 17, 18) que no le satisface. Quería saber más sobre la cuarta bestia y su juicio (vs. 19-22) y recibe una explicación más detallada (vs. 23-27).
- El significado resumido brevemente(vs. 17, 18).
Al igual que el sueño de la imagen en el capítulo 2, la visión de las bestias predice los cuatro imperios gentiles que serán reemplazados al final del reino de Dios. Pero encontramos aquí un punto de vista distinto. Nabucodonosor vio la gloria y grandeza de los imperios mientras que Daniel vio su oposición a Dios y su crueldad simbolizada por Bestias, Nabucodonosor vio lo externo, Daniel vio las cosas como Dios las ve, vio el corazón.
El león, rey de la selva, con alas de águila, el rey de las aves, representa a Babilonia. Los cambios ocurridos para convertirlo en una criatura más humana pueden ser una referencia a lo relatado en el capítulo 4.
El oso que se alzaba más de un lado representa la monarquía dual de los medos y persas. Las tres costillas entre sus dientes son los reinos conquistados: Babilonia, Egipto y Lidia.
El leopardo representa el imperio griego, las alas enfatizando la rapidez de sus conquistas y las cabezas su división en cuatro partes. Se da una descripción más detallada de los imperios persa y griego en los capítulos 8 y 11.
El cuarto rey (v. 17) o reino (v. 23) era Roma. Los diez cuernos corresponden a los diez dedos de la imagen del capítulo 2 y representan la fase final del imperio romano. Esta bestia será destruida en la Segunda Venida de Cristo cuando Él establezca su reino eterno (v. 18).
- Más detalles sobre las cosas futuras (vs. 23-27).
Respondiendo a la segunda pregunta de Daniel (vs. 19-22) el intérprete angelical dice que los diez cuernos son diez reyes que se levantarán durante el cuarto imperio. Parece ser que reinarán simultáneamente sobre divisiones políticas del imperio, en forma parecida a como Herodes gobernó la Tierra Santa cuando nació Jesucristo. De entre estos reyes se levantará un onceavo que aumentara su poder hasta que despoje a tres de los reyes y poco a poco tomará la dirección de todo el imperio llegando a ser emperador. Se distinguirá por sus blasfemias, vanagloria y violencia contra el pueblo de Dios.
El onceavo rey amplía más los detalles que tenemos en el capítulo 2. Esta nueva información inquietó a Daniel (7: 28). Veremos más de esto en las lecciones siguientes pero ahora notemos una frase que aparece por primera vez: "Tiempo, tiempos y medio tiempo" (v. 25). Se trata de un período de opresión de los santos durante el reinado del onceavo cuerno. La frase quiere decir: un año, más dos años, más medio año, lo que suma tres años y medio. El mismo período se describe como 42 meses o 1260 días y esto se encuentra en:
|
Daniel |
Apocalipsis |
Tiempo, tiempo y ½ tiempo |
7:25; 12:7 |
14:14 |
42 meses |
------------ |
11:2; 13:5 |
1260 días |
------------ |
11:3; 12:6 |
Con razón se inquietó Daniel al ver la imagen terrible de cada bestia (la cuarta) que simbolizaba la conquista del mundo por el imperio romano. Esta es la bestia que crucificó a Cristo y llevó a muchos cristianos a la muerte en la arena. Aún no ha muerto la bestia aunque en estos días no la vemos en toda su potencia. Después del arrebatamiento de la iglesia reinará otra vez oponiéndose a Dios y a sus siervos durante la Gran Tribulación. A su cabeza estará el último gran dictador humano, el mayor enemigo de los santos. Pero Dios destruirá a la bestia (vs. 11, 26) y dará el reino al señor Jesucristo y a sus santos que sufrieron tanto bajo el dictador.
C. EL GRAN PARALELO EN APOCALIPSIS 13
Ya que la cuarta bestia de Daniel 7 es tan parecida a la primera bestia de Apocalipsis 13 se piensa que ambas representan al imperio romano. Vea en Apocalipsis 13 que la bestia del mal (v. 1) tiene diez cuernos y su apariencia tiene algo de león, oso y leopardo (v. 2). De su boca también salían orgullo y blasfemias (v. 5). Pero aquí el dictador es la séptima cabeza y no el onceavo cuerno. La bestia de Apocalipsis hacía guerra contra los santos (v. 7), y permanece por tres años y medio (v. 5). También vemos que regirá todo el mundo (v. 7). Vuelva a ver lo que se dice sobre Apocalipsis 13 en la última parte de la lección 3.
Debemos notar otro paralelo con el libro de Apocalipsis Daniel 7:9 -14 nos relata las actividades que se desarrollan entre los capítulos 4 al 19 Apocalipsis. Tomemos nota de que:
- Dios está sobre un trono en el cielo (Ap. 4: 2, 3; Dn. 7:9, 10).
- Hay otros tronos en los que están los santos (Ap. 4:4, 5:8, 9; Dn. 7:9, 22).
- Una multitud de ángeles rodea el trono (Ap. 5:11: Dn, 7:10).
- Una gran multitud de mártires están delante del trono (Ap. 7:9, 14 probablemente los que se encuentran delante del trono en Daniel 7:10 son mártires que mató la bestia).
- El dictador pronuncia blasfemias (Ap. 13:5, 6; Dn. 7:11).
- La bestia es destruida (Ap. 19:20; Dn. 7:11). En Daniel la bestia representa el imperio que será destruido pero en Apocalipsis es el individuo que encabeza el imperio que es lanzado vivo al lago de fuego.
- Cristo asume el gobierno del mundo (Ap. 19:15, 16; Dn. 7:13, 14).
EL CARNERO Y EL MACHO CABRIO
Daniel 8
El sueño de Nabucodonosor (Dn. 2) es un bosquejo de la historia gentil – Cuatro reinos reemplazados al final por el reino mesiánico. El sueño de Daniel (Dn. 7) haces más completa la revelación con detalles adicionales sobre el cuarto imperio y su destrucción y presentando al emperador del cuarto imperio. El capítulo ocho contiene aún más detalle sobre el sueño original pero ahora con respecto al segundo y al tercero de los imperios gentiles. No sólo describe su desarrollo con más detalle sino que también da sus nombres: Medo-Persia y Grecia.
El capítulo se puede dividir como sigue: A. La visión (vs. 1-14). B. El intérprete (vs. 15-19). C. La interpretación (vs. 20-27).
- LA VISION
En su visión, Daniel se encontraba en Susa, una de las capitales del naciente imperio persa, 200 millas al este de Babilonia. Al estar Daniel junto al rio que pasa por la ciudad vio un gran carnero (vs. 3, 4). Este animal se encontraba delante del río y ningún otro animal podía pararse delante de él. Pero, de repente apareció un macho cabrío por el lado poniente y atacó al carnero impetuosamente. El carnero no pudo mantenerse en pie y durante el combate sus cuernos fueron quebrados y su cuerpo pisoteado (vs. 5-7).
Ahora el macho cabrío tenía el poder. Pero, inexplicablemente, su único cuerno se quebró y en su lugar salieron cuatro, cada uno apuntando en direcciones diferentes (v. 8). Al pasar el tiempo, de uno de los cuernos salió un cuerno pequeño pero creció de tal manera que llegó hasta el cielo, de manera que derribó algunas estrellas que fueron pisoteadas por el macho cabrío (vs. 9, 10). Luego el cuerno se engrandeció contra Dios y pisoteó el santuario de Dios, el templo terrenal (vs. 11, 12). Esta acción puso fin a los sacrificios diarios que allí se ofrecían. El ejercito que se menciona en el versículo 10 probablemente es una referencia a las constelaciones y el "príncipe de los ejércitos" (v. 11) es Dios mismo el señor de los ejércitos, que creó las estrellas y las puso en su lugar.
Al leer cuidadosamente los versículos 11 y 12 parece que el cuerno que vio Daniel se convirtió en un hombre que profanó el templo e hizo cesar los sacrificios, echando por tierra la verdad misma. Esto es posible porque los sueños no siempre se desarrollan lógicamente.
En la parte final de la visión (vs. 13, 14), Daniel oyó a dos observadores que conversaban sobre el tiempo que durarían las acciones del cuerno destructor. Se dijo que la ausencia de los sacrificios diarios y de la desolación duraría 2,300 días. El macho cabrío (o el cuerno) pisotearía el santuario y las estrellas caídas hasta que el santuario fuera purificado al fin de este período.
B. EL INTERPRETE
La similitud entre Daniel 8 y la visión de los capítulos 10-12 nos hace pensar que la voz de entre las riberas (8:16) es la voz de Dios. El ángel Gabriel apareció a Daniel (v. 15), y la voz de entre las riberas le dijo a Gabriel que le explicara la visión. Al oír esto, Daniel se atemorizó, se postró sobre su rostro y se quedó dormido. Pero el ángel lo tocó y lo hizo pararse (vs. 17, 18). Gabriel le dijo dos veces que la visión y su interpretación tenían que ver con los últimos tiempos (vs. 17, 19).
C. LA INTERPRETACION
- El imperio Persa (v. 20).
Siendo inminente la caída de Babilonia, se predice quién sería el sucesor. Los medos y persas se unieron para formar un nuevo imperio. Los persas serían los dominantes aunque los medos fueron los que controlaron Babilonia en un principio. Esta dualidad ya se había indicado por los brazos de plata (cap. 2) y más específicamente por el oso que se alzaba más de un lado (7:5). Ahora, se dice que los dos cuernos son Media y Persia, siendo el último mayor que el primero (8:3). El imperio se representa como un carnero, fuerte y resistente. Encontrándose este imperio al este de Babilonia, nos dice que su dominio se extendería al poniente (Babilonia y su imperio), hacia el sur (Egipto) y hacia el norte (el reino de Lidia en Asia menor) (v. 4). Y esto corresponde a las tres costillas en la boca del oso.
Muy poco tiempo después de esta visión, el imperio persa asumió el poder. Darío el meda tomo el trono de Babilonia (5:31). Daniel prosperó en este reinado y en el de Ciro el persa (6:28). El imperio duró 200 años y luego sucumbió ante Alejandro el grande de Grecia.
- El imperio Griego (v. 21, 22).
La rapidez con la que el macho cabrío destruyó al carnero simboliza la rapidez de las conquistas de Alejandro. Los cuatro cuernos del cabrío, como las cuatro cabezas del leopardo (cap. 7), simbolizan la división en cuatro que sufrió el imperio de la muerte de Alejandro. Su cumplimiento en la historia se resumió brevemente en la lección 2 y se verá con más detalle en la lección 11.
- Antíoco Epífanes- el cuerno pequeño.
El imperio griego dividido perduró por 250 años. El cuerno que llegaba hasta el cielo era Antíoco Epífanes, que gobernó la división Siro- Babilónica de 175 a 163 A.C. Su capital fue Antioquía, en donde 200 años después los seguidores de Jesús se llamaron por primera vez "cristianos" (Hch. 11:26). Se describen sus actividades en Daniel 8:9-12 y hay cuatro características que debemos notar:
a. Su victoria Militar (v. 9).
Antíoco salió victorioso de sus campañas militares en contra de Egipto en el sur, contra levantamientos en el oriente y contra Canaán, la tierra deseable (Jer. 3:18, 19; Zac. 7:14).
b.Su persecución de los Santos (v. 10).
El ejército y las enseñanzas son símbolos del pueblo de Israel (se les llama "Huestes de Jehová"- Ex. 12:41). Las estrellas caídas (8:10) se refieren a la persecución del pueblo de Dios (v. 24). En el primer ataque a Jerusalén Antíoco mató a 80,000 judíos y a otros 40,000 los vendió como esclavos. En su segundo ataque, un día sábado, mató a muchísimos más y quemó la ciudad. Siguió una gran persecución y muchos judíos fueron obligados a apostatar de su fe.
c.Su blasfemia (v. 11).
Antíoco se engrandeció contra Dios: (1) Atacando a su pueblo y a su santuario y (2) Tomando las prerrogativas de Dios para sí, Escogió el nombre de Epífanes que significa "manifiesto" u "ostensible". En la Grecia antigua, la Epifanía era un festival que celebraba la aparición de un dios. En la era cristiana, la manifestación del niño Jesús a los magos recibe el nombre de "Epifanía". Antíoco manifiesta su autodeidificación al usar este nombre.
d.Su sacrificio (vs. 11b, 12).
La razón por la cual Antíoco es señalado de entre los demás reyes que gobernaron Palestina es porque suspendió los sacrificios y profanó el templo en Jerusalén. Puso un ídolo sobre el altar, ofreció cerdos como sacrificios y llamó al santuario "Templo de Júpiter". Ninguno de los poderes mundiales previos había interferido en la religión Judía. Los monarcas persas aún habían ayudado a reconstruir el templo. Así que esta profecía era necesaria para preparar al pueblo para un nuevo tipo de tribulación. En el versículo 13 aparece por primera vez la palabra "asolación" y volverá a aparecer. Se refiere a estos sacrificios que dejaron el santuario inservible hasta que más tarde fuera purificado y reconstruido.
- El rey Altivo de Rostro (vs. 23-25).
Se piensa generalmente que la interpretación del cuerno destructor no se limita a Antíoco Epífanes, sino que también incluye a otro monarca, aun futuro, del que es tipo Antíoco. Dos factores nos llevan a esta conclusión: Primero, que se menciona repetidas veces el tiempo del fin (vs. 17, 19, 23), cuando los transgresores lleguen al colmo (v. 23). Segundo, la referencia que se hace a Cristo y al quebrantamiento de los reyes malvados (v. 25). El rey que se levanta contra el príncipe de los príncipes es el principal en los versículos 23-25. Parece que la profecía se enfoca aquí hacia el futuro más lejano. Antíoco es figura del "rey altivo de rostro" que se engrandecerá como si fuera Dios y profanará el templo y a quien destruirá el Señor con el resplandor de la gloria de su venida (2 Ts. 2:4, 8).
Ya que el cuerno de Daniel 8:9-12 representa tanto a un rey futuro como a Antíoco, podemos deducir que las cuatro características del cuerno pequeño cumplidas por Antíoco serán vistas también en el rey futuro. Él también se distinguirá por:
- Una victoria militar.
- Persecución de los santos.
- Blasfemias.
- Profanación del templo.
En la profecía anterior sobre este rey (7:24, 25), las tres primeras características se vieron claramente, ahora se introduce la cuarta y la veremos claramente en el capítulo 9:27. Allí que la suspensión de sacrificios y profanación del templo se harán por el "príncipe que ha de venir" a la mitad de la gran tribulación.
Algunos maestros de la Biblia sostienen que el rey altivo de rostro de Daniel 8:23 es una persona distinta al rey mencionado en los capítulos 7 y 9 porque sale de Grecia y no del imperio romano. La explicación la encontramos en el hecho de que el imperio griego (que ya no existe) fue absorbido por el imperio romano. El príncipe que vendrá y que encabezará el cuarto imperio, se levantará en el territorio que en un tiempo gobernó Antíoco Epífanes, es decir, de Siria, Asiria o Babilonia. En el capítulo 7 no dice que reinará desde la ciudad de Roma, sólo dice que se levantará de entre los diez reyes como el onceavo y que controlará la fase final del imperio romano. Así, tal como algunas veces el antiguo imperio fue gobernado desde el oriente, lo será otra vez en su fase final.
Mientras que el cuerno pequeño (8:9 -12) tiene un doble cumplimiento, la intervención de Gabriel (vs. 23-25) parece enfocarse sobre el futuro "rey altivo de rostro" que viene, "no con fuerza propia" (v. 24), pero con el poder y autoridad de Satanás (Ap. 13:2). Sagacidad y engaño son sus armas políticas (8:25). "Sin aviso destruirá a muchos", es decir, en medio de una paz disimulada destruirá a muchos inocentes. Veremos en Daniel 9:27 que hará un pacto con el pueblo Judío, para luego violarlo cruelmente.
¿Por qué ha sido tan a menudo el pueblo judío del oído de los dictadores? La respuesta no la encontramos en el pueblo sino en el Dios vivo que los ha escogido. Como Satanás no puede atacar a Dios, se desquita con su pueblo. Moviliza a sus siervos, sin que ellos sepan por qué, para que persigan a los judíos. Pero, al hacerlo, se enfrentan al Príncipe de los príncipes (v. 25). Aún está en pie la promesa hecha a Abraham: "Bendeciré a los que te bendijeron, y a los que maldijeren maldeciré" (Gn. 12:3). Cuando el dictador futuro se levante contra Israel, se levantará contra aquel cuya palabra es verdadera. El señor lo quebrantará sin mano humana (v. 25). "El señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida" (2 Ts. 2:8). ¿Y qué de los que se asocian con este gran enemigo de Cristo? Podemos ver lo que les pasará en Apocalipsis 14:9-12. No se encuentre Ud. Entre ellos.
D. EL TIEMPO DE LA PROFECIA
Los 2.300 días (v. 14) no tienen explicación en la interpretación de la visión (v. 26). Este período (literalmente 2,300 tardes y mañanas) es poco menos que siete años. En el cumplimiento de la profecía por Antíoco Epífanes el tiempo no se puede determinar, ya que la fecha exacta de su profanación no se conoce. Pero aproximadamente siete años, siendo la profanación del templo en la segunda mitad de este período (167 a 164 A.C.).
Es posible que los 2,300 días tengan significado en la Gran Tribulación. Quizá indiquen: (1) El período de siete años algo acortado según Mateo 24: 21, 22; (2) los últimos tres años y medio de sacrilegios más un intervalo después de la venida de Cristo durante el cual se reconsagrará el templo. Si el cumplimiento es futuro, el significado será claro para los que vivan entonces.
El que la Biblia debe cuidarse de teorías que arbitrariamente convierten días prefecticos en años. La segunda epístola de Pedro 3:8 no justifica de ninguna manera que se tuerza así la profecía. Sin embargo, se ha hecho. Un ejemplo es la interpretación que se de este pasaje hacen los adventistas del séptimo día. Ellos calculan desde el decreto de Artajerjes de embellecer el templo (no desde la profanación del templo por Antíoco 300 años después) sumando 2,300 años en vez de días y sobre esta base predijeron que el fin del mundo sería el 22 de octubre de 1844, pero no pasó nada. Tuvieron que enmendar su error haciendo una nueva interpretación diciendo ahora que Cristo entró al santuario celestial en 1844 y empezó a purificarlo por medio del juicio final de todos los hombres. Esto está en total desacuerdo con lo que enseña la biblia sobre el juicio final en el cual el pecador estará presente (Ap. 20:12). Así que, tomemos nota del peligro de la teoría de días = años y de todo intento de fijar fechas (Mt. 24:36; Hch. 1:6,7).
EL LIBRO DE DANIEL
Lección 9
LOS SETENTA SIETES
Daniel 9
La profecía más detallada en toda la biblia sobre la duración de las tribulaciones de Israel es la que ahora recibe Daniel. La clave se encuentra en los dos primeros versículos de este capítulo. Daniel estaba estudiando las palabras del profeta Jeremías que anunciaban setenta años de cautividad para Israel, y como ya se estaba cumpliendo ese tiempo Daniel levanta la vista de la profecía y se dirige a Dios en oración angustiosa. Mientras oraba, un ángel se le acercó y le reveló una profecía mayor que la que estaba considerando. Jeremías hablaba de setenta años pero a Daniel se le hablo de setenta veces siete años. El versículo 24 no habla de semanas compuestas de días porque Daniel no estaba estudiando una profecía de días sino de años, así que al hablar acerca de setenta semanas (literalmente setenta sietes o heptas), Daniel comprendió que se trataba de setenta heptas de años. No cabe aquí una interpretación de días ya que desde el principio se hablaba de años. Setenta sietes de años equivale a 490 años.
- LA ORACION
Si la oración y el estudio bíblico fueron esenciales para Daniel, lo son también para nosotros. Daniel no encontró lo escrito en Jeremías por medio de una revelación milagrosa sino porque diligentemente escudriño las Escrituras. El principio que vemos aquí es que no es necesaria una revelación cuando algo ya está escrito en la biblia. Al enterarse de esta profecía, Daniel ayunó y oró para que pudiera comprender los propósitos de Dios para con su pueblo. Encontramos su oración en los versículos 4-19. En primer lugar, Daniel confiesa los pecados de la nación (vs. 5-10). Incluyéndose él con su pueblo. Luego reconoce que la cautividad en Babilonia fue un castigo merecido, cumplimiento de lo advertido por Moisés (vs. 11-14) y, finalmente, pide misericordia a Dios (vs. 15-19).
En respuesta a su oración aparece Gabriel para mostrarle el futuro (vs. 20-23). Gabriel es un ángel mensajero, indudablemente de muy alto rango, que se menciona en sólo cuatro lugares de la Biblia (Dn. 8:16; 9:21; Lc. 1:18, 19 y 26, 27). En cada caso lleva un mensaje de suma importancia.
B.LA PROFECIA
- 1.El contenido de la Profecía(v. 24).
"Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad…"
Daniel mismo indica cuáles son los sujetos de esta profecía en el versículo 19 cuando oraba por la ciudad (Jerusalén) y por el pueblo (Israel). Los setenta sietes eran para el pueblo de Daniel y para su ciudad. Como ya vimos, esta profecía abarca un período de 490 años en contraste con los 70 años mencionados anteriormente (v. 2). Los hebreos pensaban en unidades de siete como nosotros lo hacemos en unidades de diez. Lo que para nosotros serían 49 décadas, para ellos eran 70 heptas.
- El propósito de la Profecía(v. 24).
"…para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía y ungir al Santo de los Santos."
De acuerdo con este texto, seis cosas sucederían antes de que se cumplieran los setenta sietes. Las primeras tres pueden referirse a la obra de Cristo en la cruz, pero es más probable que se refieran a los beneficios que esta obra traerá a Israel en la Segunda venida de Cristo (Zac. 12:10; 13:1). Israel como nación se convertirá cuando esto acontezca.
La cuarta, "traer la justicia perdurable", tendrá lugar indudablemente en la segunda venida. La quinta frase, "sellar la visión y la profecía", se refiere a la terminación del ministerio profético, cuando la presencia del señor hará innecesaria toda profecía (1 Co. 13:8-10). Así que, de acuerdo con estas dos frases los 490 años abarcan hasta la segunda venida de Cristo. La sexta frase habla de la reconsagración del templo. Esto contradice a los que interpretan este capítulo diciendo que los 490 años terminaron con la destrucción del templo y la ciudad en el año 70 D.C. La petición de Daniel es que el día llegara cuando ya no sería pisoteada ni Jerusalén ni el templo. Esta sexta frase corresponde a la profecía de Ezequiel 40 al 43 de un templo glorioso que no sería consagrado con aceite sino con la presencia misma del Seños (Ez. 43: 1-5).
- El propósito de la Profecía(v. 24).
"…desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén."
En el versículo 24 vimos el fin de los 490 años. Aquí vemos su principio. Hay mucha confusión sobre esto porque hay varios decretos de reyes persas registrados en la Biblia.
- a.Decreto de Ciro I, 536 A.C., para construir el templo (Esdras 1:14).
- b.Decreto de Darío I, 519 A.C., confirmando el decreto de Ciro (Esdras 6: 1-12).
- c.Decreto de Artajerjes I, 458 A.C., para embellecer el templo (Esdras 7: 11-27).
- d.Decreto de Artajerjes I, 445 A.C., para construir o reparar el muro de la ciudad (Nehemías 2: 5-8).
Parece que la mayoría de los intérpretes ha contado regresivamente y escogido el decreto que mejor se ajusta a su interpretación. Pero notemos que únicamente el cuarto se refiere a la construcción de la ciudad, los otros tres hablan de la casa, es decir, el templo. Pero en Nehemías 2:5 leemos: "La ciudad… y la reedificaré". Así que el cuarto decreto es el único que cumple las condiciones de Daniel 9:25 para indicar el principio de los setenta sietes.
- El cálculo de los Primeros 69 sietes (v. 25).
"… desde la salida de la orden… hasta el Mesías Príncipe habrá siete semanas, y setenta y dos semanas".
Las setenta semanas se dividen en tres períodos: 7 semanas, 62 semanas y 1 semana. Las primeras sietes semanas se refiere a la reconstrucción de la plaza y de los muros de la ciudad Nehemías 2-6 relata la construcción del muro y los problemas que esta acarreó. Para Daniel esto era aún futuro.
De acuerdo con Daniel 9:25, los primeros dos períodos (7+62 semanas) se extienden hasta el Mesías. Haremos aquí un cálculo aproximado. Los 69 sietes de años se suman 483 años. Son años proféticos de 360 días cada uno [1]. Un año en el calendario actual es de 3651/4 días. En 483 años proféticos perdemos 483X51/4 días, o sea 2,539 días, poco menos de 7 años. Así que 483 años proféticos equivalen a 476 años de nuestro calendario. Desde el principio, 445 A.C., hasta el fin, 31 D.C. serían 476 años. Claro está que no existe el año cero.
445 A.C. |
1 A.C. |
1 D.C. |
31 D.C. |
(……………………………………………………………) 445 años |
(……………………………………………………) 31 años |
Esto representa sólo un cálculo aproximado, pero nos muestra cuán maravillosamente exacta es la profecía. Las 69 semanas llegan hasta la muerte de Cristo (v. 26). Un cálculo exacto precisaría de las fechas exactas del reinado de Artajerjes y la fecha exacta de la muerte de Cristo y de cualquier ajuste del calendario que se haya hecho entre esas dos fechas, Sir Robert Anderson quiso hacer un cálculo en su libro "El Príncipe Venidero", y concluyo que los 69 sietes terminaron el día de la entrada triunfal de Cristo a Jerusalén.
- Hechos que ocurrirán al terminar los 69 sietes (v. 26).
"Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, más no por sí; el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario…"
En el versículo 26 tenemos una de las profecías más claras del Antiguo testamento sobre la muerte de Cristo. "Se quitará la vida al mesías". Ni siquiera el Salmo 22 con todos sus detalles proféticos sobre la crucifixión enuncia en forma tan clara el hecho de la muerte de Cristo. Es asombroso que cuando Cristo vino al mundo tan pocos, aun de sus discípulos más allegados, sabían que el Mesías tenía que morir. Por eso decimos que Daniel 9:26 es una de la profecías más grandes.
Su paralelo con Isaías 53:8 es asombroso:
Isaías 53:8 |
Daniel 9:25 |
Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, * * * Y por la rebelión de mi pueblo fue herido. |
Y después de las setenta y dos semanas se quitará la vida del Mesías, * * * Más no por sí. |
No sólo se predice la muerte de Cristo sino que también la terrible destrucción de Jerusalén que tuvo lugar en el año 70 D.C. En esa fecha los ejércitos de Roma demolieron a Jerusalén y derribaron el templo (Mt. 24:1, 2). Debemos notar con cuidado lo que dice el texto. No dice que el príncipe, sino que "el pueblo del príncipe" destruirán la ciudad y el templo. La destrucción tuvo lugar en la primera fase del imperio romano. El príncipe que ha de venir, el último dictador mundial, no aparecerá sino hasta la fase final del imperio romano.
- Un paréntesis en la profecía(v. 26).
"… y hasta el fin de la guerra durarán las desviaciones".
El Dr. Harry A. Ironside escribió un libro llamado "El gran Paréntesis", que muestra que muchas de las profecías del Antiguo Testamento pasan por alto todo lo relativo a la iglesia. Es tan común esto que la mayoría de los escribas estudiosos no se dieron cuenta de que el Mesías vendría dos veces. En muchas profecías la primera y la segunda venida parecen ser la misma y el gran intervalo entre ellas no es evidente. Así es como se esconde un gran valle entre dos montañas (1 P. 1:11). En profecías cronológicas cono Daniel 2 y 7 cabe un gran paréntesis. En estos capítulos no se dice que el cuarto imperio sería interrumpido por los largos siglos del cristianismo. Es en las últimas frases de Daniel 9:26 donde dice claramente que habrá un intervalo. No dice cuánto durará, ni que se formaría en ese tiempo la iglesia.
Los setenta sietes se refieren a Israel, pero no transcurren sin interrupción. Vimos en el versículo 24 que este período terminará con la segunda venida de Cristo. Ahora en el versículo 26 vemos cómo es posible esto: el último siete, el septuagésimo, está separado de los anteriores por un intervalo de cierta duración. Estamos hoy en una posición muy parecida a la de Daniel. Él había sido llevado a Babilonia en el año 606 A.C. Babilonia había caído en el año 539 y Darío ocupaba el trono, así que 68 o 69 años habías transcurrido. En nuestros días 69 sietes han transcurrido y sólo falta uno. El gran reloj profético está detenido en el 69 y está listo para reanudar su marcha para marcar la última semana. Podemos compararlo con el reloj que marca el tiempo en una competencia deportiva que se detiene cuando hay una interrupción en el juego. Está parado pero marca claramente que falta un minuto de juego.
- El principio de la última semana(v. 27).
"Y por otra semana confirmará el pacto con muchos."
¿Cuándo reanudará su marcha el gran reloj profético? Nadie lo puede decir. Cuando empiece el último siete, el gran enemigo de Cristo será el que indicará su reanudación. Hará un pacto de siete años con el pueblo judío en la Tierra Santa y la inauguración del pacto marcará el principio de la septuagésima semana. El pronombre "él" del versículo 27 debe referirse a su antecedente más próximo: "el príncipe que ha de venir" (v. 26). Algunos quieren que sea el Mesías, pero el pacto que Cristo hace con su pueblo, el nuevo pacto en su sangre, es un pacto eterno, mientras que el pacto en el versículo 27 es por una semana (siete años).
Debemos notar que el arrebatamiento de la iglesia no da principio a los últimos siete años. El arrebatamiento termina con la edad de la iglesia. Es la terminación de lo que dio principio en el día de pentecostés. Siendo el Espíritu Santo Dios omnipresente, había estado activo sobre la tierra tanto en los días del Antiguo Testamento como durante la vida de Cristo sobre la tierra, pero no fue hasta el día de Pentecostés que vino a residir en la tierra y esto no lo hizo sino hasta que regresó Cristo al cielo (Jn. 16:7). Al venir a la tierra el Espíritu Santo hizo su morada en cada creyente. El conjunto de todos los creyentes, la iglesia, fue su tabernáculo (1 Co. 3:16; 6:19). Al ser arrebatada la iglesia, el Espíritu Santo también se irá de la tierra. Esto será lo contrario de lo que pasó el día de Pentecostés: la ascensión del Espíritu Santo para preparar el regreso de Cristo a la tierra.
[1] La prueba más clara de que los años prefecticos en la Biblia son de 360 días es la comparación entre las unidades de tiempo que indican tres años y medio en Apocalipsis 11:2, 3; 12:6, 14; y 13:5. Los tres años y medio equivalen a 1,260 días, es decir, 360 días por año.